Ahora que no me oyes trataré de sincerarme y me gritaré a mi misma, frente al espejo, que anhelo tenerte cerca. Quizá de esta forma, gritando a pleno pulmón, mis sentidos reaccionen y se percaten de que ya no estás, de que ya no eres mío, de que quizá nunca lo fuiste...
Mis llanuras son aún más rasas y mis valles menos profundos, la geografía de mi cuerpo se ha vuelto lineal por la ausencia de tus manos y mi ombligo se ha transformado en un avismo de infinita tristeza...
¿Que no te di? ¿Qué me guardé sin darme cuenta? ¿A caso dudas que, incluso en el silencio, era igualmente tuya ? Desahuciada quedo y a lomos de la oscuridad cruzo mis noches, arrastro mis sueños que no son más que pesadillas, rutina de formas, para intuirte más allá de las nubes y tejer un fino hílo que al menos me mantenga atada a lo único que me queda de ti, tu recuerdo, un imposible en un día sin sol.
A solas, escuchando los sutiles latidos de un corazón en llanto me despido, a cucharadas ingurgito el jarabe amargo que desprenden mis labios para enviarte un beso, beso que en el camino se tornará dulce, beso que será tuyo el resto de mis días...
Dame una noche en tus brazos y mi alma será tuya...
Me enredaré en tus caderas, pedirás clemencia, y en el rito del deseo mi cuerpo será el sacrificio que ofrezcas a los dioses, entre suspiro y suspiro, entre humedad y jadeos invocarás mi nombre...
Descarga sobre mi cuerpo toda tu íra, con furia, con ganas, recuérdame una vez más que nací para ser tuya, para amarte. Amarra con tu lengua cada uno de mis sentidos y átalos al mástil de esta pasión que parece quebrarme por momentos, aprisióname, desespérame...
Será así, con cada beso, con cada caricia, con cada mirada, que te harás un poco más mío, y yo, un poco más tú... Me hundiré en tu corazón a golpe de mandíbula para devorarlo, bebiendo desde el nacimiento de tu río hasta su desembocadura, secando tus temores, ahogando tus pesares...
Embriagada de placer me rendiré ante tí, y tú, sucumbirás al néctar que desprenden mis pechos... Volveremos entonces a saborear las mieles de la lujuria y traspasaremos lo humano, y sólo la oscuridad será complice de nuestros rugidos, y de la metamorfosis de nuestra piel...
En fin malditos, hoy se cumple un año de mi irrupción en esta pequeña comunidad que tantas alegrías me está dando ( he conocido a gente fantástica!!! ). Aún no me puedo creer que el tiempo pase tan rápido...
Sólo espero poder seguir colgando las elucubraciones de esta "colgada" durante mucho tiempo más, y que vosotros disfruteis con ellas...
Préstame unos versos tristes que esta noche tejeré un manto con tu pena, un manto pesado y grueso que nos arrope a ambos. Observaremos cómo la lumbre consume nuestras esperanzas, dejándonos de recuerdo las cenizas, para no olvidar que las penas son efímeras, pero que su huella es eterna...
Te arrullaré con susurros, me ensoñarás con palabras y lloraremos juntos, degustando el salitre de cada lágrima y anhelando la dulcura de los besos que no llegan a darse...
Préstame tu mano para llevarte lejos y así, arrastrarme inevitablemente contigo. Deja que el azar hilvane para nosotros una nueva trama en la que cada cual sea protagonista de sus sueños, y la complicidad la mensajera de nuestra dicha... No me sueltes. Que este manto sea nuestro, de ti, de mi, porque allá donde estés yo estoy contigo, en cuerpo y alma, en intención y pensamiento, en vida y muerte, porque mi necesidad de ti es tan fuerte como tu ansia por no pasar otra noche triste, envuelto en triviales versos...
Nuestros barcos han llegado al mismo puerto mientras vagaban sin rumbo fijo , algo perdidos, a la deriva...
Por mi parte, haré lo posible para que la estancia en tierra sea reconfortante: Charla distendida, bálsamos de aliento para el alma y un salvavidas amigo que está a su entera disposición... Una vez más, gracias Ulises, es agradable no luchar solo contra la tormenta...
Regresó de las sombras solo por ti, atravesó el reino de Hades buscándote, anhelando tu aroma, sometido a tus deseos... Ni siquiera la podredumbre de la muerte pudo carcomer su corazón rojo, enérgico, guerrero. Herido por la daga de la desesperación y cargando con el peso de su propia ansiedad, vagó durante siglos aferrado al deseo de volver a beber de tu ambrosía, tú, su única deidad, adicto a la miel que esconden tus labios... Por fin en sus brazos, de nuevo suya y ajena a él, el dolor del olvido y placer del reencuentro mezclados en la misma copa, envenenando sus sentidos, anulando su razón...
Ahora siéntele, nota como cada gota de su vida se escapa entre tus dedos, nota cada envestida de su cuerpo contra el tuyo mientras la oquedad de tus entrañas arde con el mismo fulgor que tiñó su espera durante cada plenilunio de cada mes, de cada año, de cada siglo que pasó muerto en vida, etéreo, poseído por tu recuerdo...
No huyas, eres suya, su elegida, hace tiempo bebiste de su sangre y sus besos eran el sustento que alimentaba tu espíritu evitando que te convirtieras en un alma desamparada más, en peregrina de caricias extrañas, de lenguas de serpiente ansiosas por humedecer tu carne hasta convertirte en la meretriz de sus caprichos... Recuerda, solo él supo amarte, cada parte de tu ser lleva su firma y tu vientre retiene la semilla que un día esparció entregado para llenarte de él...Te dió la vida, murió por ti, acógele en tu seno ahora que regresa del infierno rogando por tus besos...
Y esta, por cortesía de la casa... XDDD
Habla la mitología griega de un rey que tenía tres hijas de gran belleza. La menor, Psique, era tan hermosa que llegó a ser admirada como si fuese Venus encarnada. La diosa, que veía que sus templos permanecían desiertos mientras los honores eran tributados a la bella Psique, pidió ayuda a su hijo Cupido para que la joven Psique se enamorara de la criatura más vil de la tierra. Pasó el tiempo y las hermanas de Psique se casaron, mientras ella no encontraba pretendiente alguno. Su padre, acudió pues al Oráculo de Apolo, quien le ordenó que vistiera a su hija con las mejores galas para un matrimonio fúnebre con un monstruo volador dotado de la ferocidad de una vívora. El rey, entre lamentos, llevó a su hija hasta la cima de la montaña y la dejó allí sola, a la espera de que se cumpliera su destino. Por la noche, el Zéfiro la condujo a un florido prado próximo a un palacio de oro donde, donde le servían personas invisibles que solo dejaban oir su voz. A oscuras, apareció su marido y consumaron su enlace; así una y otra noche, sin que Psique pudiese llegar a contemplar a su esposo.
Pasado el tiempo, visitaron a la joven sus hermanas e incitaron a la joven a que matara a su marido, a quien tenía prohibido ver. Convencida, una noche tomó un candil y, temblorosa, contempló al ser más maravilloso de la creación, que nada tenía que ver con un monstruo. Se acecó embelesada a él, y sin quere, dejó caer aceite ardeindo sobre Cupido, que huyó al momento. Psique recorrió el mundo en busca de su amado, ofculato y recluido en la morada de Venus, que a su vez buscaba encolerizar a la joven. Tras someterla a penosas pruebas en las que Psique fue ayudada por los animales y los elementos, el propio Zeus intervino y unió en ceremonia solemne a Cupido y Psique, al Amor y el Alma...
Pues iba a hablaros yo de la sensación que han experimentado hoy mis partes pudendas al ser, literalmente, violadas por un sillín de bici marca Reebok ( concuencia de mi regreso al gimnasio, pa que no os asusteis...!! XD) pero en vez de caer en un rollo que podría herir la sensibilidad de los presentes os ahorro el mal trago y cuelgo esta letra que me tiene absolutamente enganchada... Es una de esas canciones para echarte a la carretera con la puesta del sol y ale, a condusí mientras berreas el tema con fuersa y desparpajo !!! ( Sí, no os hagais los locos que todos hemos hecho el numerito de la "estrella de rock" o.k?? XDDD )
Y es que,contigo Antonio, el dolor trasero es menos!!! XDDDD
Voy a contar solamente verdades,
voy a explicar lo que siento por ti,
voy a nadar en el mar de tus ojos,
voy a esperarte...
Voy a remar siempre contra las olas,
voy a explicar lo que siento al sentir,
voy a volar con tus alas prestadas,
voy a mirarte.
Y pensar que nunca quieras despertar,
que enredas versos con tu amar,
te tengo que contar.
Que el hombre al que tu crees amar
no entiende de tu soledad,
que sabes que te dejas ver
con limites de ayer.
Que puedes ver amanecer,
que entiendo que no pueda ser,
que sufres tanto con perder
como con querer tener.
Voy a contar solamente verdades,
voy a entregar cada día por ti,
voy a pintar con mi pena tu nombre,
voy a esperarte.
Y sumar sus besos nunca fue mi mal,
ni los clavos de mi soledad,
te tengo que contar.
Que el hombre al que tu crees amar
no entiende de tu soledad,
que sabes que te dejas ver
con límites de ayer.
Que puedes ver amanecer,
que entiendo que no pueda ser,
que sufres tanto con perder
como con querer tener.
Solamente verdades.
Mírala, entregada a la cocina ("Pollo al Papillote" no os lo perdais!!! ), arreglá y con clase cual pornochacha, y además de estudiar, trabaja!! Si es que esta niña es una joya!!! XDDD
Consumida, entregada al mar, a tu cuerpo dibujado en el ocaso, al salitre de tus besos y a la humedad de tus palabras parezco seguir empapada de ti, y tu atmósfera retiene todo el agua de mis ojos...
Me acaricio, me acaricias, deambulamos por mi piel y la sombra de tus manos dibuja mis caderas devoradas con avidez por tu boca, como Cronos engullía a sus hijos, deseando prolongar el tiempo a dentelladas para acabar conmigo antes que mi lengua de serpiente te ate a mí, antes que este veneno te haga mío para siempre...
Mis pechos se tornan firmes, sabor marino, color coral, jugosos, tuyos, mientras tus labios recorren mi torso desnudo para perderse más abajo de mi ombligo, para degustar el fruto de mi vientre, el principio del comienzo, allí donde las olas rompen con fuerza hasta desgarrar mi alma con sus espumosas zarpas blancas... Me deseo porque descansas en mi cuerpo y nadas en mi sudor, porque me siento tan dentro de mí como si realmente fueras tú, enagenada, azotada por el calor de los recuerdos, extasiada hasta la locura... Es entonces cuando las olas alcanzan la orilla y penetran en el avismo escondido entre mis piernas, envistiéndome, sacudiéndome hasta hacerme estallar en un orgasmo que invoca tu nombre, que arrebata mis sueños...
Imaginemos un bonito cántaro lleno de agua. El agua viene a simbolizar la vida, tu vida, y las cosas y personas que ese todo implica. El cántaro sería el encargado de dar forma a ese sustento vital, a la par eterno y efímero... Al principio, el cántaro es nuevo, no está desportillado ni tiene fisuras, el agua se conserva y no hay riesgos aparentes de evaporación o escapes... Pero a medida que el tiempo pasa el cántaro va perdiendo su cromatura, su brillo inicial, la novedad de su forma y su resistencia, sus asas se vuelven más frágiles y la cerámica más endeble... Entonces surgen las primeras fisuras, el agua emana por ellas y parte de su pureza y transparencia se va perdiendo. En ocasiones, en lugar de grietas, alguien o algo destapa nuestro cántaro y nos roba un gran vaso de agua, a veces incluso, hasta la mitad de su contenido, y nos deja secos, baldíos... Pérdidas, pérdidas, pérdidas... Sed, amargura, dolor... Y cuando apenas quedan unas gotas, esas que ya han adquirido el sabor del barro, que se consumen solas lejos de la abundancia del principio, nuestro cántaro vuelve a llenarse casi automáticamente y podemos vernos reflejados en sus aguas: nuestras alegrías, nuestros recuerdos, nuestra vida a través de un ojo de pez... Hoy tú nadas hacia el mar, agua dulce azul marina, hoy tu cántaro vuelve a llenarse mientras que con tu partida vacías muchos otros, hoy les dejas en sequía, les observas desde lejos para bucear a tu antojo rodeado de nuevos colores, en ese nuevo tú , en lo que has sido, en lo que eres... Pérdidas, pérdidas, pérdidas... Sed, amargura, dolor... La felicidad de 57 años de amor es el único consuelo que dejas, no es poco, pero nunca es demasiado... Adiós, ojo de pez...