21 de Noviembre 2004

ARRIBANDO

Nuestros barcos han llegado al mismo puerto mientras vagaban sin rumbo fijo , algo perdidos, a la deriva...

Por mi parte, haré lo posible para que la estancia en tierra sea reconfortante: Charla distendida, bálsamos de aliento para el alma y un salvavidas amigo que está a su entera disposición... Una vez más, gracias Ulises, es agradable no luchar solo contra la tormenta...


Tormenta.jpg

Escrito por Soraya a las 21 de Noviembre 2004 a las 10:00 PM
Comentarios

Menudas gracias debo...

El mar es realmente inmenso, pero no infinito. Por eso, cada tanto, alcanzamos a ver una vela: juzgamos amigo/enemigo y nos acercamos... o no.
Qué son nuestras cáscaras de nuez en este océano Soraya?
La respuesta nos hermana, y, si tenemos algo en la bodega, en el cuarto de mapas, o en el pecho, lo vamos a compartir...
Para seguir viaje.
No recuerdo cuando embarqué, o cuándo me dieron el mando de mi propia nave.
No sé cuánto resistirá el casco los embates de las olas... llegan una detrás de otra, como los años.
Ignoro además si el rumbo que llevo es el correcto: voy marcando los mapas a medida que conozco las estrellas, las costas, los marineros.
Y no pocas veces largo el timón y me pregunto, para qué? para qué navegar este rumbo incierto, hacia una isla de sueños? Entonces me dejo llevar, yo sin fuerzas, por el ímpetu de las corrientes, los vientos... librar el mando a la suerte, descansar, dormir...
Pero en la soledad del castillo de popa, somnoliento y angustiado, diviso entre ojitos cerrados una luz, y tu vela diminuta, pequeña, enana... izada una bandera como de pirata.
Y sin embargo las corrientes nos acercan, cruzamos palabras desde mi indefensión voluntaria, desde tu hostilidad aparente.
Y encuentro allí lo que me hace falta para seguir. Me proveo, y te provees de mí. Las barcas apareadas, las proas compartiendo momentaneamente el norte; el océano nos comparte, y nosotros intercambiamos mapas vivenciales.
Y luego de vuelta a la mar, en nuestras frágiles, únicas cáscaras de nuez, estrenando velas remendadas y parches en cubierta.
Ojalá estemos siempre a tiro; que los destinos no tuerzan las estelas que vamos dejando!
Capitana Soraya, gracias por recibirme en su cabina cuando mi cáscara zozobra, inundada con lágrimas de tempestad.
Gracias por tender un cabo, un salvavidas; por mostrarme su más íntima cartografía.
Gracias por este tiempo que Poseidón me permite verla en el horizonte, y saber que, de alguna manera, navegamos juntos...

Escrito por Ulises a las 22 de Noviembre 2004 a las 08:01 PM

Lo reitero, eres adorable...XDD

Besitos Capitán!!!

Escrito por Soraya a las 23 de Noviembre 2004 a las 12:29 AM
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