PRÉSTAMOS
Hoy, me permito el lujo de colgar un texto de un buen amigo mío que ha llegado hasta mi en un día para recordar por abatares de la vida... ¿Mera coincidencia mi rubio? Seguramente, pero esas pequeñas coincidencias sabes que me encantan porque creo en ellas :)
Con su permiso, Señor Cabanillas, compartamos estas palabras perfumadas de jazmín que han dejado aturdidos mis sentidos... Mil besos Miguel.
Aún no sé por qué. Aún no acierto a entender nada de lo que me ocurre. Aún no he descubierto la llave al cónclave de mis recuerdos. Pero solo me doy cuenta de que el jazmín, hoy, me lleva de nuevo a ti. Un olor fresco vino esta mañana a mi ventana para saludar al sol y filtrarse por mi nariz, dejándome el poso de la melancolía centrifugando en mi cabeza. Jazmín níveo de fumata blanca que me hace conocer el porqué de todas las cosas. Olor de primavera que me hace sentir que las larvas de mariposa han estado hibernando para finalmente provocar con una batida de sus alas este revuelto que traigo por dentro.
Hoy respiré profundo para saber dónde estás. El rastro de tus flores me hizo querer buscarte. Las alas interiores me llevaban detrás de tu rastro de perfume. Pero el viento hizo un quiebro y la blancura se convirtió en petróleo. La momentánea fumata blanca desapareció y transformó todo lo oloroso en un mar de costumbres, de malas costumbres, de pésimas costumbres, de costumbres costumbristas al fin y al cabo, que formateó todo lo bueno que había logrado guardar en mí. Una vez más te busqué y no te encontré. Esta vez fue aquí, entre costumbre y costumbre, entre el ir y el venir, entre olor y olor. Esta vez te sentí cerca.
Estabas aquí conmigo. Estás de hecho, conmigo, en alguna forma. Aún no entiendo por qué guardo tu recuerdo como algo bonito. Quizá porque creo que fui yo el causante del fin. Quizá fue mi no el que llevó a tu no, que fue mi desidia la que provocó la tuya, que fue mi costumbre la que arruinó tu espontaneidad. No lo sé. Solo pienso en ti en cada atardecer de primavera. Pienso en ti en cada luz ténue de fin de día. Te veo delante del sol bajero de la tarde y es entonces cuando abro de nuevo las puertas de mi Capilla Sixtina para pedirte que de uno u otro modo aparezcas. Luego siento el miedo a que no sea lo mismo, a que esté tirando de los pocos recursos que tengo para hacerme humano, para acercarme a los míos. Para derretir, si quieres, mis paredes de hielo. En cualquier caso te huelo todavía.
Olor de jazmín que se mete por las venas y que me riega el cerebro de extrañas esperanzas. Olor de algo que se quedó a medias, de algo que podría haberse culminado, en más o menos tiempo. Olor de frustraciones que recorren la calle Sierpes en busca de un olor. Lugar de seseante salero so el sol de Andalucía. Zigzagueante río que baña mis esperanzas y que las ahoga a la vez para hacerme zozobrar. Sevilla es la luz del sur, es un coche con flamenco chill. Sevilla es eso y lo contrario. Sevilla es propia y ajena, de Torre del Oro y de mierda de caballos. Sevilla es mora y cristiana devota procesionaria. Sevilla es olor a jazmín, olor a ti, olor a un recuerdo que sigue siendo esperanza. Sevilla han sido y siguen siendo mariposas de incertidumbre que se balancean como los volantes de los trajes de las cármenes.
Hoy sentí la brisa de Punta Umbría con Chambao de fondo.
Hoy volví a verte en un atardecer en la hierba.
Hoy volví a oler a jazmín.
Hoy volví a sentirte cerca.
Aún te busco y no te encuentro.
Escrito por Soraya a las 27 de Abril 2005 a las 11:01 PM
Es un Bello texto...
Me inspira muchas cosas...
Y me regresa a momentos en los que me vi envuelta tras una Emocion descrita como Amor...
Esta persona se fue...
Ahora descansa tranquilamente en un ataud...
pero lo que dejo en mi...
las cosas que me hizo sentir y que me hizo ver
Fueron muy gratas y se le agradecen...
me despido..
Y repito muy bello texto...