Temblad Malditos!!!

GRACIAS

Jamás había otorgado una preferencia numérica a la gente que quiero según mi grado de afinidad, empatía o sentimientos hacia ellos, pero parece ser que últimamente el tema de "clasificarnos" está de moda, de hecho, algunas personas así me lo han demostrado o me lo han hecho saber...

Según la aplicación de ese baremo, que personalmente califico de estúpido, algun@s miden en cíceros al cuadrado la importancia que les otorgo o me otorgan en sus vidas, magníficamente espeluznante, ¿verdad?

Esta nueva medida CUANTIFICABLE de las relaciones humanas llega a influenciarles hasta el punto de creerese más o menos por ocupar una posición numérica y aleatoria que yo, repito, jamás he dado, pero a la cual veo, si he sido sometida.

Y teniendo en cuenta que ell@s se guían por este ESTUPIDIOMETRO, qué menos que pensar que tu figura y tu persona están sometidas al mismo...

Asi que señor@s, me place comunicarles que, tras haber sido relegada en una ocasión a un segundo puesto, eso si, merecido y ganado con honores, ahora he pasado a ser la penúltima en la vida de alguien que me importa.
No se escandalicen, es todo un detalle teniendo en cuenta que podía haberme dado la patada directamente y echarme de su vida, pero no ha sido así, DELICADEZA que por supuesto tengo en consideración, asi que GRACIAS. Gracias por no darme la patada directa en el culo, apartarme de ti a pequeños puntapiés DUELE MENOS y queda más elegante, gracias por saber equilibrar la balanza, el desprecio y la frialda no dolerían tanto si no hubiese conocido tu dedicación y sensibilidad, GRACIAS por todo lo compartido que ahora parece quedar en nada, GRACIAS por no dirijirme la palabra y mil disculpas por pedir explicaciones, no pretendía ofenderte ni hacerte enfadar, GRACIAS por depositar tantas ganas en mi y por compartir esperanza, parece ser que no he sabido estar a la altura, de nuevo lo siento...

Pero es que para mi un número o un nombre no significan un carajo y no se ser de otra forma. Mi "problema" es que tengo un barómetro personal muy básico y mediocre, de hecho, creo que de mediocre es curiosamente simple y común: Acepto a las personas tal cual son, y si las quiero, no concibo que cualquier gesto, palabra o acto imprevisible o inesperado, características propias del corazón humano, se traduzcan en un desprecio hacia mi persona, en resumidas cuentas: no creo que nadie que me quiera pretenda hacerme daño intencionadamente o se alegre de mi desdicha, y por su puesto, el sentimiento es recíproco. Pero sucede que para que todo esto funcione, para que la pócima sea bebible y desgustable por todos, hay que saber ponerse en el lugar del otro, dejar de analizar cada estúpido detalle que nos hace sentir mal y aceptar con convicción que lo que, subjetivamente, no nos agrada de esa persona tiene una nimia importancia respecto a todo lo bueno que su ser nos ofrece.

Asi que aquí me quedo damas y caballeros, luciendo mis galones de segundona y penúltima sabiendo que para mi no hay primeros ni terceros, hay únic@s, que sois aquellas personas que me aportais algo que nadie más puede darme: la esencia inigualable de lo que sois. Gracias por evitar medirnos en términos cuantificables, el afecto, el amor y el cariño se dan sin medida. GRACIAS.